UNIVERSITAT POLITÈCNICA VALÈNCIA

      

La Universitat Politècnica de València (UPV), a través del Instituto Universitario de Ciencia y Tecnología del Hormigón (ICITECH), ha realizado recientemente las pruebas de fatiga de los puentes del Quisi y Ferrandet, construidos en 1914, y que forman parte de la Línea 9 (Benidorm-Dénia) del TRAM d'Alacant.

Se trata de un ensayo de primer nivel y de referencia mundial en el campo del mantenimiento y conservación del patrimonio de la ingeniería civil valenciana, ya que es uno de los muy escasos de esta naturaleza -un tramo completo de puente en estas condiciones controladas- que se han realizado a escala mundial. Su objetivo es determinar la resistencia a la fatiga de estas estructuras, para aumentar la seguridad, y comprobar su vida restante. El estudio cuenta con la participación de la empresa CALSENS (spin-off de la UPV) y con la colaboración de la Universidad de Alicante.

En el proceso de análisis y pruebas se sometió a diferentes ensayos de resistencia a la fatiga un tramo original del viaducto de Ferrandet, de unos 20 metros. Los puentes en estudio cuentan con tramos y características prácticamente idénticas, por lo que con estas pruebas es posible conocer el comportamiento de ambas estructuras.

Los ensayos de fatiga se realizan sometiendo a la estructura original -ya que un tramo del Ferrandet ha sido trasladado a la UPV-, a diferentes cargas que simulan las que impone la circulación de los antiguos trenes diésel del TRAM d'Alacant a su paso por estos puentes.

A lo largo de este proceso de pruebas se analizan los datos de uso de estos puentes desde su puesta en marcha, las propiedades y estado de los materiales, y la caracterización química, mineralógica y mecánica del acero de las piezas de la estructura sometida a prueba.

El director del laboratorio de ICITECH, Pedro Calderón, ha asegurado que con estas pruebas, "se aumenta la seguridad en un puente que lleva un siglo de servicio y que, aunque se comporta bien, se asegura que va a seguir haciéndolo en los próximos años".

Colapsos como el del viaducto de la Polcevera, en Génova, en 2018, o el del puente de la autopista I-35W en Minneapolis en 2007, han puesto el foco de atención en el mantenimiento y la seguridad de estructuras. En este último caso, el colapso se produjo por la fatiga del material, un fenómeno que, según la American Society of Civil Engineers (ASCE), causa entre el 80 y 90% de los fallos en estructuras metálicas, lo que subraya la importancia del estudio que se está llevando a cabo.

Salvador ha explicado que, una vez completados los ensayos de fatiga, FGV "tiene previsto monitorizar estos dos puentes para disponer de información permanente y detallada del comportamiento de los materiales de su estructura y para garantizar la seguridad en la circulación, que es prioritaria".

Los dos viaductos fueron construidos en 1914 y han sido recientemente sometidos a un proceso de rehabilitación por parte de la Generalitat, dentro de la renovación de vía del tramo Calp-Teulada. El de Santa Ana salva el barranco del Quisi en Benissa. Tiene tiene 168 metros de longitud, con una subestructura de dos estribos de sillería y cinco pilas de celosía metálica. El tablero pesa 220 toneladas y las pilas metálicas 182 toneladas.

El Ferrandet, por su parte, está situado en el barranco del Pou Roig, también en la localidad alicantina de Benissa. Tiene 126 metros de longitud y una altura máxima de 27 metros. La plataforma se sustenta sobre dos estribos de sillería y tres pilas de mampostería.